Como niño soy no atacable, soy invulnerable,
a la violencia pasiva o activa, soy resiliente.
soy dúctil, soy incorruptible y muy maleable,
y me mantengo vigente para lo conveniente.

La biología que me contiene se sabe proteger,
rechazando cualquier amenaza de agresión.
produciendo moco para a los intrusos retener,
y con inflamación y fiebre evitar intromisión.

La mente que requiero adquirir le toca resistir,
y con la confluencia buscar la supervivencia,
afrontando la gran asimetría, evitando desistir,
en espera que me protejan con consciencia.

Existen otras formas de no dejarme ofender,
como la fantasía del juego en la socialización,
la represión, negación, regresión y el detener,
el humor, los de la razón y la somatización

MI INMUNIDAD COMO NIÑO

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