El tiempo, el espacio y la cultura no cuentan
cuando uno contempla absorto una criatura,
expresándose la unidad que nos sustentan,
como la grandeza, la verdad y la hermosura.
Hay comunión, hay comunidad e inmunidad,
lo sutil, lo cuántico, lo sentido y no percibido,
alegría, hay dicha, hay plenitud y la totalidad,
también inteligencia viendo solo lo debido.
La capacidad de no hacer daño o Inocencia,
la de que no me lastimarán o la ingenuidad,
teniendo todo lo requerido con conciencia,
conectados con la fuente y a la humanidad.
Perfección y la dignidad, todo es contundente,
en el animal, en un insecto o en una linda flor,
lo macro y en lo micro; lo fractal, lo reluciente,
eso es lo divino que es lo eterno y es el amor.