Juego desde los inicios de mi humanidad
en claustro materno, naturaleza y hogar,
librándome de interferencias con serenidad,
creciendo y desarrollando para evolucionar.
El deporte y el juego fomentan lo esencial,
con valores, principios y virtudes para avanzar.
Cuidan al cuerpo, a la mente y a lo espiritual,
protegen, anticipan y actúan para así guiar.
Actividad física y recreación en comunión,
permiten contactar y fluir en la naturaleza.
Con sensibilidad, inteligencia y convicción
unido a la higiene integral, cuido la pureza.
Armonizo estudiar, trabajar, laborar y la acción
para con sostenibilidad lo requerido satisfacer,
intercambiando en balance y en cooperación;
medito, descanso, duermo y mantengo mi SER.