Su sensibilidad y afectividad fueron puntos de partida para escribir estas palabras sentidas, transformadas en poesías

sobre la vida y sus experiencias diarias dentro de su campo laboral

Que la calma continúe haciéndole frente al horror,

Que lo iniciado sin fin, tenga como finalidad,
El perpetuar el espíritu y alejarnos del terror,
y nos ubique como seres llenos de humanidad.

Que la calma continúe, como fuente de valores,
Que el corazón arcaico o matriz nos acoja con candor,
Porque el fruto del amor no tiene espacio a temores
Ya que es la esencia de la vida, de la salud y el honor.

Que la calma continúe, como lazo de familiaridad,
Que el nacimiento de un niño nos llene de expectativas,
Que sea la oportunidad de corregir a la humanidad
Actuando con claridad y humildad, y no con meras tentativas

Y si al nacer la calma continúa con tu alma
Y tu cuerpo y tus pechos servirán como nido
Y tu esposo y mi papá se comportará como quien ama
Yo podré continuar creciendo, juntos y fortalecidos.

Si la calma no continúa, y si no logras comprender,
Te tocara cobijarme, cogerme, comunicarte, columpiarme,
Darme un masaje o una inmersión en agua tibia para no retroceder,
Incluso chupar tu dedo y poder sentir tu ritmo, logrando así conectarme.

La Calma del Niño