Sin tener expectativas
la partida se inició,
emociones positivas
su mirada transmitió,
despertando en mi sentir
lo que no quiso inferir.
Continué con la jugada
y preferí guardar silencio,
mientras mi alma palpitaba
observando y siendo recio,
intenté justificar lo que pasaba.
¡Cuán completa es su expresión!
¡cuán grande su corazón!
Aunque alterada su facción,
eso no quita pasión,
es un niño y eso es razón.
Aunque él no quiso
demostrarme lo aparente
logró en mi un compromiso,
para que quede en mi mente
y no haga nunca caso omiso,
que lo físico siendo importante
es menos que lo restante.
Dr. Bosco Alcívar Dueñas
Pediatra Integral
13 de Mayo del 2002
Sonrisa Con-Partida