Como seres de luz cambiamos las palabras por silencio,
con conexión expresada en el rostro,con sonrisa y mímica total,
con los labios y dedos que dan caricias como un accionar recio,
sintiendo la máxima energía que nos da todo desde lo espiritual.
Una mirada gentil que emite desde lo extenso y profundo lo sutil,
una escucha activa que permite dejar de pensar para el todo captar,
el olfato y el gusto,siempre están presente para evitar lo fútil,
con la ayuda sensorial y con apoyo en lo sensual juntos avanzar.
Con los brazos y el abrazo,el respeto y el amor se hace notar.
se siente la vibración que es intimidad con mucha afinidad,
pudiéndose demostrar que no existe nada que restar u ocultar,
y como almas gemelas lograr con entusiasmo la serenidad.
Con las piernas y el regazo se da cabida para descansar,
cuando todo nuestro cuerpo ha podido contactar con pureza,
con calma,tranquilidad,alegría y dicha,la plenitud alcanzar,
y así,la expresión mímica y corporal se funden como proeza.