Si pudieras comunicarte como un ser,
y mi silencio valorar y también escuchar,
y mi mímica y mis gestos pudieras leer,
sería para todos la dicha de ganar-ganar.
Si pudieras mi llanto y risa descodificar,
y a mis requerimientos dar satisfacción,
todo mal momento se podría erradicar,
y evitarías inconvenientes y frustración.
Si pudieras mirar lo que crezco al dormir,
y lo que trabajo para mejorar mis funciones,
mi sueño cuidarías, evitando así interrumpir,
siendo para mí, reposo sin perturbaciones.
Si pudieras admirar lo que es para mí el jugar,
y como logro con ello escapar de este mundo,
dieras prioridad a esta actividad, sin molestar,
y fomentarías este ocio, segundo a segundo.
Si pudieras interpretar bien el amamantar,
y sintieras que es más que solo comer,
y que para mi madre es ser mamá y amar,
comprobarías lo divino de todo mi acontecer.