Un ser de luz que invoca a la dignidad,
vida de calidad y bienestar sin egoísmo,
mente con autoestima y con claridad,
es defensor de su esencia y de sí mismo.
Es verdad, bondad y belleza para cuidar;
es también la inocencia y la ingenuidad,
la asimetría con los adultos debe saldar,
es obediente, sin sumisión y con voluntad.
Tiene organismo con vitalidad y armonía,
es salud y la plenitud que da serenidad,
es inteligencia que le permite ergonomía,
es reserva no visible para la humanidad.
Es inconsciente de su origen y gran valía,
es sin tiempo y es unidad con la fuente,
resiliente, resiste y rechaza con categoría,
ES EL NIÑO, la vía para tenerla presente.
La luz