La vida como humanidad y lo trascendente como espiritualidad,
tienen en el encuentro con un niño la oportunidad de respetar y amar.
Se nos presenta cuando somos niños, ignorando nuestra grandiosidad,
también como padres, pudiendo funcionar como mamá y papá para cuidar.

El estar adelante en lo generacional como adulto, adulto mayor o anciano,
es complejo, por tener que ser contemporáneo y coetáneo con el niño y así avanzar
donde pese a tiempo, espacio y cultura, en un trato horizontal, darnos la mano.
y así niños, jóvenes, adultos y ancianos, crear experiencias y desarrollar.

La relación, comunicación e interacción debe fluir, para obstáculos resolver,
sin confundir el experimentar con experiencia, ni racionalidad con inteligencia,
sin obstruir la ingenuidad, la inocencia ni la intensa vitalidad que es menester,
y así junto a la naturaleza y la pureza, rescatar la dignidad y la clarividencia.

En fin…todas las etapas de la vida tienen límites y posibilidades, luces y sombras,
cada una tiene lo propio, lo vivido en la previa y lo potencial por liberar,
no se agregan, no se suman, ni adicionan lo vivido; solo se asumen sin sosobras,
dando al niño, al joven, al adulto y al anciano la opción para crecer y madurar.

Inspirada contemplando a Emma junto a Emmita Emiliana y Amelie Michelle.

EMULABLE

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